Sobre la altura en los vaults
El otro día, en un grupo de Facebook, se planteó una interesante pregunta sobre los efectos a largo plazo del Disc Dog en las articulaciones de nuestros perros. Casi la totalidad de los comentarios que se hicieron fueron, a mi parecer, muy acertados. Tanto los que se referían a la altura, el no realizarlos demasiado, el reforzar con ejercicio físico, etc. Pero hubo uno en concreto que me dejó pensativo.
Una persona, a la que no le falta criterio y es extremadamente cuidadosa con sus perros, comentó que en muchos entrenamientos se oye la frase «lanza el disco más alto que el perro te lo pide».
Por supuesto, estoy de acuerdo con él en que enviar el perro a una mayor altura, simplemente porque puede saltar más, es un craso e irresponsable error. Pero luego analizando la frase, el contexto y recordando los felices días en los que Scott y yo entrenábamos he caído en la cuenta de que estas cosas habría que matizarlas para no caer en el «extremismo» que tanto daño hace. Cuando las teorías se aplican a la práctica surgen otros factores que debemos tener en cuenta.