Sobre la altura en los vaults

El otro día, en un grupo de Facebook, se planteó una interesante pregunta sobre los efectos a largo plazo del Disc Dog en las articulaciones de nuestros perros. Casi la totalidad de los comentarios que se hicieron fueron, a mi parecer, muy acertados. Tanto los que se referían a la altura, el no realizarlos demasiado, el reforzar con ejercicio físico, etc. Pero hubo uno en concreto que me dejó pensativo.
Una persona, a la que no le falta criterio y es extremadamente cuidadosa con sus perros, comentó que en muchos entrenamientos se oye la frase «lanza el disco más alto que el perro te lo pide».

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Por supuesto, estoy de acuerdo con él en que enviar el perro a una mayor altura, simplemente porque puede saltar más, es un craso e irresponsable error. Pero luego analizando la frase, el contexto y recordando los felices días en los que Scott y yo entrenábamos he caído en la cuenta de que estas cosas habría que matizarlas para no caer en el «extremismo» que tanto daño hace. Cuando las teorías se aplican a la práctica surgen otros factores que debemos tener en cuenta.

En primer lugar debemos ser conscientes de que no por hacer los lanzamientos más bajos o cortos estamos ofreciendo una mayor seguridad al perro. Los discos tardíos o demasiado bajos, hacen que el perro se los encuentre teniendo que reaccionar rápidamente para atraparlos. Esto puede provocar inestabilidad en el aire y un mal aterrizaje.

En segundo lugar no es lo mismo «lanza el disco más alto» que «lanza el disco más lejos«. Poniendo el disco a una mayor distancia de nuestro cuerpo pero de forma horizontal, sin ganar altura, estamos ofreciendo espacio al perro para que salte sin ganar mucha altura y visualice en el aire el objetivo.

Y por último, no es lo mismo la altura desde el punto de salto que desde el suelo. Con ello quiero decir que, si necesitas alejar al perro de tu cuerpo para que atrape el disco, puedes bajar tu cuerpo para que el aterrizaje se haga desde una menor altura.

En definitiva: lo idóneo sería que hiciéramos los vaults alejando el disco de nuestro cuerpo aproximadamente un metro y medio o dos, ganando sólo un metro de altura. Si nos agachamos hasta estar a un metro del suelo, nuestro perro no tendría por qué superar los dos metros de altura en su salto.*

Así que, al respecto de la famosa frase «lanza el disco más alto que el perro te lo pide»:

Tu perro no necesita más altura, necesita más distancia de tu cuerpo, por lo que tendrás que agacharte tú más y lanzar el disco algo más lejos. Así el perro NO llegará más alto, pero su salto y aterrizaje SÍ serán más cómodos.

He pensado que esta meditación interior puede ser de utilidad para aquellos que os enfrentáis a este problema. Y por ello, la comparto.

*Queda implícito que estas distancias aproximadas son variables según el peso y el tamaño del perro, siempre hacia abajo. Yo pensaba en un Border Collie o similar.
En el único caso en el que las aumentaría, sería con perros de cruz alta y poco peso como galgos y semejantes.
Aunque no tiene porque ser necesario.

Sobre la altura en los vaults
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