¿El disco es el problema?
Es curioso que en lo que llevamos de curso ya me haya pasado un par de veces que los alumnos me digan que están llevando a su perro a ver a un modificador de conducta y que les han dicho que sería mejor que dejaran de jugar con el disco una temporada. A criterio del adiestrador, las clases de disc dog son contraproducentes debido a que generan una ansiedad excesiva en el perro.
Por supuesto, los alumnos han tomado una decisión correcta, haciendo caso a su adiestrador. Sería una tontería negar que el disco es un motivador muy fuerte, más aún si contamos con que supone un rato de atención y juego con el guía (lo que más le puede gustar al perro) Y si encima ese motivador, vuela y corretea por el suelo, y lo puede morder…
Desde luego es mucho más fácil realizar cualquier trabajo de modificación de conducta retirando cualquier detonante o adiestrar retirando cualquier distracción del entorno. Pero ¿Y si lo que queremos es saber enfrentar los detonantes y que el perro aprenda a controlar sus impulsos? Bien es sabido por todos que cuando encontramos un problema hay dos formas de actuar: evitarlos o enfrentarlos. + Info